miércoles, 6 de junio de 2012

Las huelgas del 62, 50 años después

A sus 82 años, Anita Sirgo, hija del fugado Avelino Sirgo Fernández y ejemplo vivo de la lucha comunista durante el franquismo, recuerda 50 años después "las palizas, el corte de pelo a navaja y la cárcel" que se vio obligada a sufrir.
Un régimen que no les dejaba moverse e innumerables momentos "trágicos"  en los que la participación de la mujer fue clave. Ella, al igual que muchas otras, la mayoría comunistas, también lo fue en las huelgas del 62. En aquel año Anita encabezaba la actuación y trataba de frenar la incorporación de mineros al trabajo cuando, ya sin ingresos, se disponía a volver a la mina.
Conocían esta acción como "ir a tomar esquiroles", los mismos a quienes arrojaban maíz en los caminos próximos, "una manera sutil de llamarlos gallinas". Recuerda que, tras meses de huelgas "eran muchos los que querían volver a trabajar". Además, los comercios fiaban cada vez menos y "el hambre apretaba". Luchaban "por lo que era justo", pero les hechos le pasaron factura. Sufre sordera a causa de las palizas, de las muchas que recibió en las manifestaciones y también en el calabozo, donde llegó a fingir un embarazo para intentar evitarlas, "algo que no funcionó".
Sirgo está convencida de que todo lo conseguido "fue gracias a lo que hicimos en la calle". Organización, unidad y creer en aquello para lo que luchamos, son a su juicio los pilares básicos "para no volver a atrás".

No hay comentarios:

Publicar un comentario