lunes, 30 de abril de 2012

El valor de la verdad

"La verdad es como una manta que siempre te deja los pies fríos. La estiras, la extiendes y nunca es suficiente. La sacudes, le das patadas, pero no llega a cubrirnos. Y desde que llegamos llorando hasta que nos vamos muriendo, sólo nos cubre la cara , mientras gemimos, lloramos y gritamos".
Un joven Ethan Hawke nos abre los ojos con este regalo en una de las escenas de 'El club de los poetas muertos'. Y yo pienso inmediatamente en Quevedo, a quien la verdad le amargaba y por eso quería echarla de la boca. Hoy todos somos un poco Quevedo, pero la defensa de la verdad parece ahora idealista y hasta ridícula.
Honestidad, buena fé, sinceridad humana, relacionada con el corazón, pero también con las actividades sociales, políticas y económicas. ¿Lo contrario? El engaño, la hipocresía, de la que el poeta Ralph Waldo Emerson dijo "todo hombre es sincero a solas, en cuanto aparece una segunda persona empieza la hipocresía". y de la que el propio Quevedo aseguró "la hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es gran virtud política". ¿Puede tomarse la actualidad como ejemplo?
Yo prefiero invocar 'oh capitán, mi capitán', como el chico de grupos emociados, que consiguieron emocionarme también a mi en esta película. Porque la verdad no va a aparecer, casi nunca lo hace, Y mientras tanto, solo nos queda aprender de esta lección magistral sobre una asignatura primordial y olvidada, que es la vida.

jueves, 26 de abril de 2012

Copas, policía y macarrones para despedir a Jackson

*Y al colgarle, el Claws era un hervidero de gente diciéndose que siempre recordaría la inauguración porque sería la respuesta a la pregunta decisiva de una generación: ¿Dónde estabas el día en el que murió Michael Jackson?*
El fragmento pertenece a 'Todos los monstruos juntos' de Boris Izaguirre y me transporta ineludiblemente a ellos, a las risas y a los recuerdos. 29 de junio de 2009. Tercero de periodismo se cierra con una fiesta en las Moreras, la playa que se ha inventado Valladolid, y las sonrisas están aseguradas. Gente con la que no te hablas y a la que ese día abrazas como si fuera tu mejor amigo, confesiones botella de ron en mano, y de repente un aviso. ¡Que viene la poli!! Solo queda echar a correr. Entonces, te encuentras a salvo, tras haber escapado de los agentes no sin pocos altercados, y en ese mismo instante una voz dice: ha muerto Michael Jackson, con la misma tranquilidad con la que tararearía 'I gotta feeling' de Black Eyed Peas, que arrasaba en la lista de éxitos en aquel momento. Tú, lo miras fijamente y, producto de las copas, lo único que te apetece contestarle es "sí, y si mi abuela tuviera ruedas sería una carretilla, no te jode", pero le dices "anda tio, callate la boca". Así y una y otra vez a lo largo de la noche. Hasta que a las 6 de la mañana llegas a la casa de una persona con la que ya no te hablas, rodeada de gente con la que tampoco te hablas, salvando contadas excepciones, y mientras ellos preparan macarrones, tú te tiras en el suelo y enciendes la televisor. La pantalla se enciende y al primer segundo ya sabes que el de la carretilla de antes llevaba razón. "El rey del pop ha muerto".
Algunos americanos aún se preguntan dónde estaban cuándo mataron a Kennedy, lo mismo que ocurre con los británicos y la muerte de Lady Di, o los españoles y el gol de Iniesta en el minuto 115 que nos dió el primer mundial. Son preguntas con respuesta, que no se olvidan por mucho que pase el tiempo. A mi me pasa lo mismo con esta canción.
http://www.youtube.com/watch?v=kXhy7ZsiR50

miércoles, 25 de abril de 2012

Una hegemonía que ya no es tal

Dice hoy José María Rodríguez en el Marca que "no hay guionista con suficiente imaginación para tramar semejante argumento" y que, por ello, el fútbol se parece tanto a la vida porque el bueno no siempre gana y se lleva a la chica. Ayer el Barsça se despidió en el portal y se quedó sin invitación para entrar y hasta sin beso de buenas noches.
Tras la derrota del sábado, ante un Madrid que se aseguraba la liga frente a su máximo enemigo en el Camp Nou, la Champions era casi asignatura obligada, era hablando claro su última esperanza. (La Copa del Rey no fue suficiente el año pasado para los madridistas y tampoco lo será este para los blaugranas). Pero no fue posible y el autobús del Chelsea atropelló al equipo de Pep, a pesar de las embestidas. Messi daba el primer aviso en el minuto tres, el primero de tantos.

Con Piqué en el hospital tras recuperar la titularidad, la expulsión de Terry por un incompresible rodillazo a Alexis y el penalti fallado por Messi, que demuestra que es humano, el Barça peleó como siempre  y perdió como nunca. Un Drogba impresionante y un Fernando Torres, que saltaba al campo en los coletazos finales encontrándose con el gol, pusieron fin al sueño.
El equipo que lo ha ganado todo en los últimos años, se queda sin nada en tan solo cuatro días. La hegemonía del Barça muere en una semana trágica y las lágrimas de Leo tras el choque son el mejor ejemplo. Aunque como decía Hemingway en 'El viejo y el mar' "el corazón de una tortuga sigue latiendo después de muerta". Seguramente, los de Iniesta, Xavi y Puyol todavía lo sigan haciendo. Para saber si lo hacen más o menos fuerte que los de Alonso, Cristiano o Benzema habrá que esperar.