Curioso. Uno se pasa la vida buscando las palabras exactas que reflejen lo que siente, lo que sueña. Y casi nunca logra conseguirlo. Sin embargo, llegan otros que en tan solo un par de lÃneas consiguen dejarte con la boca abierta, y decir todo áquello que ni tu misma habÃas sido capaz de imaginar. Julio Cortázar es en mi vida uno de esos seres envidiados. Hace ya seis años que fui testigo de que la magia a veces puede tener forma de libro. Pero eso no le resta encanto a mis no primeras veces. Es acojonante, sà brutalmente acojonante, como un texto que ya casi te sabes de memoria sigue dejándote esa sonrisa eterna.
Quizás por eso me hice periodista. Porque es más fácil hablar de otros que de uno mismo, porque busco esa instántanea de felicidad a través de las palabras. Porque para hablar de mi ya tengo a Cortázar, o eso parece.
* Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar , hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas , con soberana libertad elegida por mà para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonrÃe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cÃclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sÃ, se superponen y los cÃclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios , apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando sus recintos donde un aire pesado va y viene con perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo de aliento, esa instántanea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.*
... Un juego de dualidades que destila magia, profundidad y libertad a raudales...
El otro dÃa cuando descubrà tu blog este fue el post que vi y no me lo podÃa creer porque estoy leyendo ahora Rayuela de Cortázar. Precisamente esta semana leà ese capÃtulo y aluciné. Tengo que reconocer que es una lectura más complicada que la que estamos habituados a leer en general, ¡pero lo estoy disfurando mucho!
ResponderEliminarEn fin, me gusta mucho tu blog asà que continuaré leyéndote.
Paula
http://pauladespisteselectivo.blogspot.com
Es cierto que es complicada, pero merece muchÃsimo la pena. Disfruta de ella página a página. Es tan fácil hacerlo!
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